Hugo nace el 2016 y con mucha prisa viene al mundo un mes antes de lo esperado. Durante todo mi embarazo yo recibí reflexología mejorando mi circulación, los problemas digestivos típicos en embarazadas sobre todo a medida que la tripa aumenta, mejora en el trastorno del sueño y sobre todo relajación y el momento único que se tiene entre el bebé y la madre en el momento que se recibe la sesión.
Hugo, tenía cólicos de lactante y se sentía incómodo sobre todo a la hora de expulsar gases. Una vez empezó la guardería, la tos, mocos y su sistema inmunológico empezó a trabajar pero yo sentía la necesidad de “ayudarle” de la manera que pudiera.
Es en este momento en el que durante una sesión que me estaba dando Renee le pregunté cómo podía ayudar a mi hijo con la dichosa tos nocturna que no le dejaba descansar. Me enseñó un único movimiento y la reacción fue tan inmediata y positiva que no me lo pensé dos veces. La reflexología sería un buen aliado para trabajar con Hugo.
A través de sus pies he visto una evolución increíble. Alivios en el sistema digestivo casi de manera inmediata, mejora en otitis recurrentes, aumento de defensas en su sistema inmunológico etc…
Es a mi pequeño a quien le debo este descubrimiento porque a través de él me ha nacido la necesidad de ayudar a través de mis manos a mucha gente que lo necesita de verdad y a sentirme realmente gratificada cuando los resultados son positivos y mejoran la calidad de vida de los demás.