Re-equilibrando las funciones digestivas

Descripción

Dicen que el estómago es nuestro segundo cerebro y razón no les falta. En mi experiencia como persona, profesional de la salud y madre he podido comprobar que este sistema es un fiel reflejo de cómo vivimos, de cómo digerimos lo que nos pasa, de cómo experimentamos los acontecimientos de la vida y de cómo los incorporamos, quedándonos con lo que nos nutre y eliminando lo que no.

Qué bonito suena si realmente este proceso de “digestión de vida” fluyera y se diera con facilidad y armonía. Pero la realidad es otra, la realidad es que se nos atragantan muchos alimentos y acontecimientos; la realidad es que no desechamos lo nocivo. Lo acumulamos en forma de angustia, preocupación, responsabilidad o llámale tapón de toxicidad.

La realidad es que nuestro sistema digestivo es uno de los sistemas más dañados por el tipo de “alimento de vida” que le damos.

Desde la Reflexología, desde el conocimiento y la intención de equilibrar y entender cómo se producen los desequilibrios digestivos, podemos aportar grandes beneficios a nuestra salud y a la salud de los que no rodean. Entender este mecanismo interno y cómo la interpretación de las experiencias externas influyen directa y proporcionalmente, nos dará la llave para poder actuar.

Los más pequeños, también interpretan y filtran la realidad, en un primer momento a través de los padres o de su figura de referencia, y más adelante por sí solos.

El cuerpo es sabio y muy inteligente. Cuando recibe información que le hace sentirse bien lo incorpora y agradece al instante.

La Reflexología no solo trabaja ayudando a que todo el sistema digestivo se equilibre y funcione naturalmente, sino que trabaja a un nivel más profundo ayudando a digerir, procesar y filtrar el exterior para, desde ahí, nutrirnos con lo necesario y eliminar lo que nos daña o desequilibra.

¡¡¡Con este taller tendrás toda la información necesaria para ponerte, desde ya, manos a los pies!!! Y comenzar a llevar los beneficios a tu salud y a la de todos los que te acompañan